LA RESPUESTA: TÚ SÍ ME INTERESAS
Jueves, 19 de Julio de 2012
Querido hijo mío:
Sé que hoy te has vuelto a preguntar cuándo será el momento en que sientas que la felicidad llega a tu vida. Porque hace ya muchos días que no sonríes de gozo, sino que más bien sonríes, esperando que algo bueno pase en tu vida. Es esa sonrisa que a veces dan las personas cuando lo que quisieran es llorar, pero aún cuando quisiera llorar, sonríen esperando que un milagro acontezca y cambie todo.
Las lágrimas recorren tus mejillas, no puedes casi respirar porque sientes un dolor tan grande en tu corazón que no lo puedes ni explicar. Jamás pensaste, ni en tu pesadilla más vivida, que ibas a tener que atravesar todo este túnel oscuro. Y el desierto ha sido agobiante y extenuante. Todos los que dijeron que estarían contigo se fueron, te dejaron solo, te abandonaron dejándote naufragar en un mar del que sientes que no podrás escapar o sobreponerte.
Pero cuando ellos se han ido, yo he permanecido. He sido todo lo que has tenido cuando lo demás han faltado. Y he estado ahí no por obligación, sino porque mi amor por ti es tan inmenso que no alcanzas a imaginarlo ni paparlo. Yo te he sostenido con las cuerdas de mi misericordia.
Hoy quisiera recordarte de manera sencilla, que aunque parezca que todo va en tu contra, yo sigo teniendo el control. Pueden azotar los vientos y la barca puede tambalear, pero yo te tengo asido entre mis brazos. Tú estás escondido y protegido muy dentro de mi corazón. Los dardos podrán herirte, pero no has de morir en esta batalla, porque yo soy el que te va a dar la victoria.
Quiero que descanses, que te sientas seguro, que dejes de pensar en todo lo que te ahora mismo te está agobiando y recibas todo ese amor que tengo para darte porque tú eres de mi propiedad. Eres tan mío, tan amado, tan especial y yo quiero que estés receptivo no a los problemas ni a las circunstancias, sino a todo lo real que puedo darte. Porque mi Espíritu quiere derramarse en tu vida e inundarte de esas cosas que solo mi presencia puede darte.
Quiero que entiendas que tus lágrimas me importan, que tu silencio me conmueve y que comprendo tu soledad porque yo mismo la experimente horas antes de dar mi vida en la cruz por ti.
No pienses que soy ese Dios castigador, que quiere agobiarte o hacerte sentir inferior. No es esa mi esencia ni mi intención. Yo quiero bendecirte, pero hay cosas en las que debes esperar aún por un tiempo. Hay lecciones que todavía deberás aprender. Porque cada batalla hace que tus destrezas de soldado se agilicen y se perfeccionen más.

Hay consecuencias que las traen el pecado o las decisiones que muchas veces las personas toman separadas de mí. Y en la vida hay una ley de siembra y cosecha. Pero yo no vengo a dictar tu sentencia, yo vengo a soplar sobre tu espíritu vida para que tus huesos se renueven, para que tu alma reciba ese toque.
Aunque sé que no es mucho lo que puedas entender en estos duros momentos que enfrentas, quiero que tengas la certeza de que independientemente si sientes o no mi presencia, sigo estando ahí, justo a tu lado. Come mis palabras porque ellas te sustentarán y darán aliento cuando sientas que ya no puedes más. No dejes nunca de comunicarte conmigo, porque solo en mi presencia lograrás salir airoso de esta tormenta. Llénate de mí porque yo habito en ti.
Tu momento llegará y entonces sí que sonreirás. Tu corazón brincará por la emoción y tu alma entonará nueva canción.
El llanto será cambiado en alegría.
Hijo mío, sigue luchando, no te rindas.

Lo primero que quiero hacerte saber el día de hoy es con cuánto amor te amo. Un amor tan inmenso, infinito y profundo con el cual nadie jamás podrá amarte. Fui yo quien te iba dando forma en el vientre de tu madre mientras ibas creciendo y desarrollándote dentro de ella.Soy quien ha estado ahí, bajo cualquier circunstancia durante toda la trayectoria de tu vida. En días claros como grises; bajo sol y bajo lluvia. Cuando ha habido sombra y neblina o cuando ha salido el arco iris. He estado a través de tus victorias y en aquellos episodios donde has experimentado la derrota. Cuando todo ha sido exitoso, pero también cuando han llegado tragedias personales a tu vida. Y esas tragedias te han hecho pensar que mi mirada se ha apartado de ti.
He sido tan fiel con mis sentimientos hacia ti que aún cuando en medio de los procesos, muchos queriéndote ayudar te han confundido y hecho pensar que no debo estar contigo o que no es parte de mi plan… He ido infundiéndote aliento calladamente y de tal modo que has sabido que yo soy el único que puedo estar ahí siempre para ti, porque de otro modo no hubieras podido.
Mi amor hacia ti no está limitado ni sujeto a tus pensamientos o propias emociones y sentimientos. Yo soy superior a todo lo que te rodea llámese como se llame. Mi incondicionalidad es parte de mi naturaleza. Y muy a pesar de que existan cosas que ahora no entiendes, yo soy y seguiré siendo real en tu vida y en la de todo aquel que me recibe.
Deseo que en este momento no pierdas la paz, la serenidad y mucho menos tu confianza en mí. Deja de hacerte daño torturándote, pensando que es tu culpa, que no eres lo suficientemente buena o que ha sido un castigo lo que estás recibiendo. ¡No, no es nada de eso! Eso es lo que quieres que piense el enemigo para alejarte de mi propósito y de mis brazos. Que sientas que estás tan lejos y distanciada de mí que no habrá nada que pueda volver a acercarte. Pero mi amor, mi niña preciosa, soy Soberano, nada nunca podrá alejarte de mí a menos que tú lo decidas y aún así siempre estaré presto escuchando y aguardando tu llegada.
¿Puedes seguir confiando en mí con los ojos cerrados? Con tu mente concentrada y segura de que te llevaré siempre a un lugar cerca de mi corazón en que aunque azoten las tempestades puedas estar a salvo y protegida. ¿Puedes entonar una canción que solo puede cantar un alma que a pesar de las circunstancias puede alabarme? ¿Puedes ofrecerme una sonrisa serena aún cuando ahora mismo hay tanto dolor en tu corazón? Prometo que he de bendecirte y premiar tu constanza y confianza en mí.
Hija, sigo siendo el que ve más allá del camino y de la pared que no puedes ver ni atravesar ahora mismo. El que vigila tus sueños en la noche, considera tu ansiedad en el desvelo y la frustración y quien por la mañana hace que tu corazón lata para que puedas enfrentar el día, aún cuando sientes muchas veces que no podrás. ¿Puedes ver que aunque has pensado que no vas a poder más, aquí estás, dándole frente a esta prueba? Sigues viva, tu corazón se ha mantenido latiendo aún cuando muchas veces lo crees a punto de explotar e inerte.
Soy tu Padre, no te dejaré ni te desampararé. Soy tu guardaespaldas, protector, abrigo y la roca alta donde te refugias. Todos mis hijos son mis favoritos para mí, porque a cada uno los conozco y los he amado con amor especial. Permite que la brisa de hoy te susurre suavemente que te quiero y que eres parte de mi corazón, pero que yo también soy parte de tu corazón. ¡Calma, tranquilidad, paz, que no se turbe tu corazón, no tengas temor! Sigues estando en mis manos y en mis manos siempre estás segura porque no te dejaré caer.
De tu Padre que te ama más que nadie en este mundo,
Dios
Deseo que en este momento no pierdas la paz, la serenidad y mucho menos tu confianza en mí. Deja de hacerte daño torturándote, pensando que es tu culpa, que no eres lo suficientemente buena o que ha sido un castigo lo que estás recibiendo. ¡No, no es nada de eso! Eso es lo que quieres que piense el enemigo para alejarte de mi propósito y de mis brazos. Que sientas que estás tan lejos y distanciada de mí que no habrá nada que pueda volver a acercarte. Pero mi amor, mi niña preciosa, soy Soberano, nada nunca podrá alejarte de mí a menos que tú lo decidas y aún así siempre estaré presto escuchando y aguardando tu llegada.
¿Puedes seguir confiando en mí con los ojos cerrados? Con tu mente concentrada y segura de que te llevaré siempre a un lugar cerca de mi corazón en que aunque azoten las tempestades puedas estar a salvo y protegida. ¿Puedes entonar una canción que solo puede cantar un alma que a pesar de las circunstancias puede alabarme? ¿Puedes ofrecerme una sonrisa serena aún cuando ahora mismo hay tanto dolor en tu corazón? Prometo que he de bendecirte y premiar tu constanza y confianza en mí.
Hija, sigo siendo el que ve más allá del camino y de la pared que no puedes ver ni atravesar ahora mismo. El que vigila tus sueños en la noche, considera tu ansiedad en el desvelo y la frustración y quien por la mañana hace que tu corazón lata para que puedas enfrentar el día, aún cuando sientes muchas veces que no podrás. ¿Puedes ver que aunque has pensado que no vas a poder más, aquí estás, dándole frente a esta prueba? Sigues viva, tu corazón se ha mantenido latiendo aún cuando muchas veces lo crees a punto de explotar e inerte.
Soy tu Padre, no te dejaré ni te desampararé. Soy tu guardaespaldas, protector, abrigo y la roca alta donde te refugias. Todos mis hijos son mis favoritos para mí, porque a cada uno los conozco y los he amado con amor especial. Permite que la brisa de hoy te susurre suavemente que te quiero y que eres parte de mi corazón, pero que yo también soy parte de tu corazón. ¡Calma, tranquilidad, paz, que no se turbe tu corazón, no tengas temor! Sigues estando en mis manos y en mis manos siempre estás segura porque no te dejaré caer.
De tu Padre que te ama más que nadie en este mundo,
Dios
Categories:
A LOS PADRES
1 comentarios:
Ojala y a muchos les de por leer tu carta. Gracias padre mio. Yo también te amo.
Publicar un comentario